sábado, 6 de mayo de 2017

En la tumba de Antonio Machado


Aquí yace detrás de su frontera
aquel poeta que famélico y hundido
llegó con su memoria hacia el olvido
y el alma vuelta hacia la luz primera.

Pasos dio sobre la infinita estera
castellana cantando al mar dormido
y a la fuente amplia y a la senda que se ha ido
sabiendo que ya en sus versos su alma era.

Serio y solitario y sin dar un grito,
fue quien dijo que fue sin callar nunca
lo que debe decirse entre los hombres.

Y si el camino al recodo se trunca
y oscurece, ya sombras y sin nombres
diremos: “Cuanto fui lo dejé escrito”.

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